Climatización óptima de un gallinero
Una nave para la producción avícola es una zona climática en la que es crucial poder establecerse y trabajar en condiciones que pueden diferir completamente del clima exterior. Para asegurarse de que dispone de las mejores condiciones para mantener el clima dentro de la nave, el tejado, las paredes, el suelo y la base deben estar debidamente aislados. Es absolutamente necesario que haya una barrera contra la humedad bajo el suelo para mantener secos tanto el suelo como la base. La barrera contra la humedad asegura que la humedad no pueda penetrar en el suelo, pero también es esencial establecer un drenaje eficaz de todo el terreno del edificio para eliminar el agua de la obra. Si se cumplen estas condiciones, podrá crear un clima óptimo en el gallinero, donde su manada prosperará y crecerá durante todo el periodo de producción.
LOS PRIMEROS DÍAS DE PRODUCCIÓN
Antes de que llegue una nueva bandada, hay que asegurarse de que el gallinero se ha precalentado a la temperatura deseada durante al menos 24 horas, normalmente 33-34˚C. Esto se debe a que las superficies de la construcción deben estar tan calientes como el aire del gallinero. 6-8 horas antes de que lleguen los pollos de un día, se distribuye la cama en el gallinero.
Si la superficie de la construcción no se calienta a fondo, transmitirá frío al aire del interior del gallinero, lo que repercutirá negativamente en los pollos de un día y en la calidad de la yacija. Las aves tenderán a amontonarse y consumirán energía innecesaria para mantener el calor. Esta pérdida de energía provoca un aumento de la mortalidad y un crecimiento desigual.
Además, se producirá condensación en la yacija si la temperatura del suelo es significativamente inferior a la deseada cuando lleguen las aves. Como regla general, el suelo de hormigón debe tener una temperatura mínima de 28 ºC cuando llegue una nueva bandada.
Para que las aves de un día maximicen su potencial genético de crecimiento es importante crear un cierto movimiento de aire hacia abajo por el suelo ya desde el primer día. Este movimiento sutil suministra aire oxigenado a las aves y al mismo tiempo elimina CO2.
Como el CO2 es aproximadamente un 70 % más pesado que el aire atmosférico, la concentración de CO2 aumentará significativamente en la zona ocupada si el gallinero no se ventila correctamente desde el primer día. Demasiado CO2 puede reprimir el desarrollo de los pulmones de las aves y reducir así su capacidad de absorber oxígeno. El resultado es un metabolismo reducido y un menor crecimiento.
HUMEDAD Y TEMPERATURA
En general, hay una serie de condiciones físicas que hay que observar durante el período de producción.
Cuando se desea que la humedad en el gallinero sea significativamente inferior a la humedad del aire que entra en el gallinero a través del sistema de ventilación, es aconsejable limitar la deshumidificación, ya que no es posible deshumidificar hasta el nivel deseado (cuando llueve, la HR es del 100 %).
Si decide seguir la curva programada para la humedad cuando la HR en el exterior es de aproximadamente el 100 %, el controlador climático seguirá solicitando calefacción para deshumidificar. Esto provoca un aumento drástico del consumo de calor, lo que a su vez incrementa la necesidad de ventilación, ya que la temperatura aumenta debido al calor añadido a la casa.
El aumento de la ventilación en estas condiciones puede no ser adecuado para las aves jóvenes. Puede provocar corrientes de aire y también condensación en la yacija. La yacija húmeda aumenta la producción de amonio. Un nivel elevado de amonio produce quemaduras en las almohadillas y el cuerpo de las aves y, en general, reduce su bienestar. Usted gasta más dinero obteniendo una menor capacidad de renta. En definitiva, ¡una ganga!
Las condiciones mencionadas dependen de las circunstancias del entorno exterior. Es una condición física que hay que aceptar y afrontar para poder reaccionar a tiempo y evitar las consecuencias negativas NO reduciendo la deshumidificación.
El controlador de clima y producción ACS6 de DACS dispone de un sensor de humedad exterior. A través de las mediciones de este sensor, el ACS6 decide si es posible deshumidificar eficazmente el gallinero. Si no es así, la deshumidificación se reduce automáticamente para evitar los problemas mencionados anteriormente. DACS es la única empresa cuyos controladores disponen de esta funcionalidad.
AJUSTES RECOMENDADOS
Le recomendamos encarecidamente que siga la curva preestablecida para la temperatura en el controlador climático y de producción ACS6, ya que es la curva recomendada por la mayoría de las incubadoras. Sin embargo, puede haber variaciones locales en las que es natural cambiar los ajustes. Si decide desviarse de las temperaturas recomendadas puede tener una influencia negativa en el bienestar de sus aves de corral. Si la temperatura en el gallinero es inferior a la recomendada, sus pollos tendrán que utilizar energía innecesaria para mantenerse calientes. La consecuencia es un FCR más alto.
En general, las aves de corral suelen mantenerse demasiado frías en lugar de demasiado calientes. Un error común es bajar la temperatura del gallinero para que los pollos coman más. Lo que a menudo se olvida es que gran parte de la ingesta extra de pienso se utiliza para mantener la temperatura corporal de los pollos, ya que el entorno es en realidad demasiado frío. Y como el coste del pienso es mucho mayor que el del combustible, bajar la temperatura es una estrategia equivocada, por no decir su rentabilidad.
También hay que prestar atención al hecho de que existe una estrecha correlación entre temperatura y humedad, en el sentido de que la energía total del aire es una combinación de temperatura y HR. Del mismo modo que los humanos nos sentimos más incómodos con altas temperaturas y alta humedad que con tiempo caluroso y seco, las gallinas experimentan un esfuerzo extra cuando tanto el calor como la humedad son elevados. Por otro lado, es obvio que una humedad baja hará que las aves sientan más frío del que muestra el termómetro. Por lo tanto, una humedad baja debe ir seguida de una temperatura más alta para evitar que los animales sientan frío. Y viceversa.
En periodos de clima cálido, la humedad del aire exterior suele ser baja, lo que significa -según lo mencionado anteriormente- que la temperatura de confort suele ser más alta de lo que indica la curva de temperatura. Los climatizadores ACS de DACS compensan automáticamente estas condiciones garantizando un bienestar óptimo para las aves en cualquier circunstancia. Si no desea esta compensación automática o si no dispone de las posibilidades técnicas de control, debe vigilar de cerca tanto la temperatura como la humedad en el gallinero para asegurarse de que coinciden con las curvas climáticas para un bienestar óptimo de los animales.